.

.

31 dic 2011

No sé como empezar. Normalmente, este tipo de cosas no me cuestan. Trato de recordar todo por lo que pasé este hermoso año, y espero que no se me pase ningún mínimo detalle. 
Siempre fui de tener buena memoria, y gracias a Dios, me acuerdo de cada momento que viví, y realmente todo es inolvidable.
Desde poder decir lo que siento sin censura, aunque no me haya salido bien, fue una manera de sentirme valiente, y de poder darme cuenta que estoy creciendo y que me puedo hacer cargo de las cosas que me pasan, y que de a poco puedo ir superando todo ese mal, y que al final, lo superé (sí, realmente se puede)
Mi último año en el colegio y, sin dudas, el mejor. Empezar por estar horas y horas en el colegio para lograr hacer el acto más hermoso y, sin pensarlo, aquel 20 de mayo, fue el mejor día de mi vida, y siempre todo lo mejor para ella, nuestra madre.
Llegar a septiembre y que aquellos 12 días se hayan convertido en LO MEJOR de todo el año, cada detalle de ese hermoso Bariloche, lo tengo bien guardado dentro de mí. 
Cada momento que pase con mis amigas, cada salida, cada charla, cada pelea, todo nos sirvió para crecer como grupo, y para darnos cuenta que estamos empezando a madurar, y que aunque sea triste que todo se termine, los momentos que vivimos nos darán fuerzas para seguir adelante y poder cumplir todo lo que nos propongamos.
Llegar a fin de año y tener la mejor noche, la mejor cena, y todo gracias a mis amigas. ¿Qué más se puede pedir? Ojalá pudiera volver a ser 2011 una y otra vez..