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10 oct 2022

Uno mas, uno menos.

 Creo que hace tanto que no escapo a este espacio donde escribo. Me pasaron tantas cosas lindas este año. Venía de tiempos muy difíciles y al fin puedo sentir que salí a flote y estoy yendo hacia adelante. 

Pero me volví a enamorar. O comenzaba a hacerlo, no sé. Que se yo. Como todas mis anteriores historias, termina mal. Por supuesto que el se fue. No me quiso o no le gusté lo suficiente como para querer quedarse e intentar algo conmigo.

Me lo dijo desde el principio, y no lo quise escuchar. Sabía que no él no quería más de lo que estaba pasando pero me dejé llevar. Me volvía loca. Él, sus ojos, su risa, sus besos. Y me enamoré. No fue más de dos meses que estuvimos juntos y aun así el dolor es insoportable. 

No quiero caer en decir que mi felicidad depende de un hombre (más verguenza me da que le llevo tres años y medio) pero la felicidad que sentía cuando aparecía, cuando me decía cosas lindas, cuando se alegraba porque sus amigos nos veían juntos, cuando me alentaba a estudiar, a trabajar, a respetar mis tiempos, era algo que no sentia hace tanto.

Por un momento sentí que habíamos conectado, que todo estaba realmente fluyendo y que podíamos construir algo lindo los dos. Pero, de nuevo, me equivoqué. Él no quería nada. Solo se entretuvo un rato, quizas si le gustaba pero no tanto como para avanzar más. Quizás se aburrió, o tiene demasiadas cosas con las que lidiar ahora como para también tener que lidiar conmigo.

Y escribo todo esto con lágrimas cayendo de mis ojos para que nadie me diga que estoy exagerando, y que no es para tanto. Ya se me va a pasar, obvio que lo sé. Pero el transcurso es insoportable. 

Es cierto que me enamoro fácil, quizas me gusta hacerme la novia, o la atención, o es que tengo tanto amor para dar que me desborda. 

Esta vez fui en busca de las explicaciones. Me las dio. Palabras más, palabras menos... no me quiere. No hay nada que pueda hacer para hacerlo cambiar de opinión. Quizás debería agradecerle por no quedarse y jugar conmigo pero en este momento todo es negro y doloroso. Solo quiero que vuelva, que me quiera y que me elija. Y sobretodo, que se quede.