-No querías ser la novia de alguien y, ahora eres la esposa de alguien.
 - Me ha sorprendido mucho.
 - Nunca lo entenderé. Es decir, no tiene sentido.
 - Sólo pasó.
 - Sí, pero eso es lo que no entiendo ¿Qué pasó? - Sólo desperté un día y lo sabía.
 - ¿Saber qué?
 - Lo que nunca supe contigo.
 - ¿Sabes lo que apesta? Darte cuenta que todo lo que creías era una mentira.
 - ¿Qué quieres decir?
 - Ya sabes, el destino, compañeros del alma. El amor verdadero y todos 
los cuentos de hadas para niños. Tenías razón, debí haberte escuchado. 
 - No.
 - ¿Por qué me miras así?
 -  Bueno, ¿sabes? Creo que es porque estaba sentada leyendo Dorian 
Gray, un hombre vino a mí, me preguntó sobre el libro, y ahora es mi 
esposo.
 - Sí ¿y qué?
 - ¿Y si me hubiera ido al cine? ¿Si yo 
hubiera ido a otro lugar a almorzar? ¿Si hubiera llegado diez minutos 
más tarde? Estábamos destinados a conocernos.

