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5 ene 2015

Se fue. Mi abuelo, mi viejo, mis ojitos verdes se me fue. Decir que siento dolor no alcanza. El pecho me duele y me cuesta respirar. Toda la vida pensé que sabía lo que era extrañar a alguien, pero estaba equivocada. Lo único bueno que puedo sacar de esto es que ahora el es feliz, junto a Dios y su amada Virgen. Siempre dicen que cuesta entender los caminos del Señor. No es cierto. Él lo necesitaba. Porque Dios se alimenta de la gente buena. Y mi abuelo era el más bueno. Y no lo digo porque siempre se habla bien de los que fallecen, el realmente lo era. Atento, generoso, siempre solidario con todos. Ay tati cuánto te amo. Se me hace un nudo en la garganta pensar que no te voy a volver a ver. Pero estoy tranquila. Me amaste como nadie mas. Siempre cariñoso y mimoso. Con esos ojos que me muero de amor de solo recordarlos. Gracias es poco, nada. Te mereces toda la paz que seguro tenes ahora. Se que siempre nos vas a cuidar, y se que mientras escribo esto vos estas a mi lado mirándome. Quiero decirte que voy a recordarte siempre y todos los logros que alcance en mi vida te los voy a dedicar a vos. Mis esfuerzos son tuyos, es mi pequeña retribución por la cantidad de cosas que me diste. Desde una casa hasta un abrazo, todo. Ay mi viejo, no puedo no cuestionarme como se supone que voy a llegar a tu casa (nuestra casa) sin que vos estes, como voy a afrontar que no estes en mis cumpleaños, las fiestas, en los 15 de Fran, en mi recibida y en nuestros casamientos. Pero sé que desde allá nos estarás protegiendo y celebrando nuestros triunfos. Ojalá cuando me enamore, él pueda ser la mitad de lo que vos fuiste. Decir que eras bueno te queda tan corto. Ayudabas siempre a ese hermano, amigo, compañero al que nadie más quería ayudar, vos estabas ahí sin chistar. Me enseñaste que el amor de pareja existe y que puede ser para siempre y que siempre se puede dar más. Recuerdo tu carita de felicidad cada vez que te ibamos a ver a casa, al sanatorio o donde fuere. "Gracias por la visita" decías cuando nos íbamos, si supieras cuanta alegría me daba verte. Solo te pido que me visites en mis sueños y que nunca me abandones.  TE AMO PARA SIEMPRE, MI TATI, MI VIEJO, MI ANGEL.