Fue como si, por un momento, retrocediera tres años atrás. Tenía 15 años otra vez. Te veía como si fueses el único hombre en este pequeño mundo. Era débil, insignificante ante tu presencia. Pero feliz.
Fue como si el tiempo se hubiera detenido, aunque todo daba vueltas en mi cabeza. Fueron dos minutos de mil y un emociones. Pero sólo fue eso, dos minutos. Deseo con todo mi ser que no me vuelva a descolocar. Yo estoy mejor ahora, sin sentir nada.