Necesito volver a sentir. No extraño el dolor ni la angustia nila ansiedad de esperar que me diriga la palabra, no. Extraño amar. No estoy diciendo que quiero quererlo otra vez, para nada. Quiero sentir, quiero amar otra vez. Es como si estuviera incapacitada para ese tipo de sentimientos. Cada día que pasa me acuerdo menos lo que significa que alguien sea más importante que uno mismo. Extraño esa felicidad inexplicable sólo porque mis ojos estén reflejados en las pupilas de alguien a quien se ama, signifique algo o no para dicha persona. Me acuerdo la única vez que sentí esas cosas. Podía dejar todo y salir corriendo si me decía que me quería. Recuerdo que los abrazos que me brindaba me llenaban el ama de una manera sorprendente. Mi sonrisa de tonta y mi forma de no saber como comportarme para que me quisiera, me jugaron muy en contra. Hoy, agradezco a Dios no sentir nada por él, en lo más mínimo. No siento amor, ni odio. Nada.
Repito que no quiero volver a quererlo a él. Quiero querer, simplemente eso. Sentir de nuevo esa ansiedad, esa necesidad de verlo a cada momento. Y ojalá, si es que vuelve a ocurrir, que esta vez por que lo Dios más quiera, sea reciproco.