.

.

16 may 2012

Creo que los momentos en los que te tengo cerca son los más incómodos. No sé qué cara poner, si mirarte o no, o directamente no debería de acercarme hacia vos. Querría saber qué pensás cuando me mirás; esa manera en que abrís los ojos que parece que se van a escapar de tu cara, y tus mejillas se vuelven más coloradas de lo habitual ¿Qué es lo que pasa por tu mente? Seguramente nada bueno, o solamente, no pensás en absolutamente nada.
Te veo y me muero. De otra manera no puedo definirlo. Qué estúpida me siento escribiendo sobre esto, no quiero que nadie se entere que por la noches sueño con tus besos y tu caricias, con hacerte reír y hasta que nos  peleemos. 
Deseo tanto poder estar cerca tuyo sin sentir vergüenza o sin sentir que v o s la tenés, y que  hacia mí sólo hay odio, y hasta desprecio (aunque en algunas ocasiones siento que tenés las mismas ganas de acercarte que yo). 
Realmente, no sé qué hago perdiendo el tiempo esperando que me hables algún día. Ya pasé por esto una vez y volverlo a hacer no está dentro de mis planes.
Pero no me sirve hacerme la indiferente, ME PODES. Aunque no parezca, aunque abrace a otro cerca tuyo, es sólo para que me mires. Para tratar de hacerme la superada, la indiferente, cuando realmente quiero que vos me abraces y me contés lo que haces las veinticuatro horas del día.
Ojalá tuviera el valor para hablarte, pero tengo tanto miedo a tu rechazo, tu indiferencia y hasta tu burla. No fuiste la mejor persona conmigo, entonces, no pretendo rebajarme y hacerte sentir importante cuando no quiero que lo seas.