27 BODAS ♥
- De acuerdo, vas a la boda, tienes el vestido, y lo tirás. Es un armario enorme. Vives en Nueva York, no puedes desperdiciar tanto espacio.
- Por extraño que suene, me he divertido mucho con esos vestidos de dama de honor.
- No te creo.
- No me importa si alguien quiere que use un vestido gracioso; es su día, no el mío.
- Dios te bendiga.
- Y si apoyarlas cuando se casan significa escalar una montaña en los Alpes o ayudar a rellenar una fuente para los ganzos entonces..
- ¿Tú haces eso?
- Soy muy buena rellenando.
- De acuerdo, pero vamos! en serio ¿Cuánto tiempo pasas haciendo esto para otras personas? ¿Qué hay de tí? ¿No tienes necesidades?
- Mira, algún día, sólo Dios sabe, pero algún día será MI día y todas esas personas estarán para mí, así que, si alguna vez [...] No lo entiendes. Está bien, ¿por qué lo harías?Y ¿Qué pasó?
- Debía saber la verdad.
- Pudiste decirselo frente a frente. Me refiero a que no soy una persona muy moral pero si yo lo veo mal, es que está mal.
- Tu eres la que siempre me dice que debo ver por mí misma.
- Sí, pero eso no fue lo que hiciste. Lo que hiciste fue liberar 20 años de sentimientos reprimidos en una noche. Fue entretenido, no me malentiendas, pero si hubiera sido lo correcto, te sentirías mejor. ¿Te sientes mejor ahora?
- No me devolvías mis llamadas.
- ¿Y que quieres? ¿Quieres otra fotografía para el periódico?
- Jane, lo siento. Por favor, mira...
- Me usaste para subir en tu carrera. Sé un hombre y admítelo, o no. Pero, por favor, no finjas que te interesa.
- ¿Me permites explicarte?
- NO. No importa. Destruí mi vida y no necesité de tu ayuda para hacerlo.
- Genial! Al fin! Ví lo que hiciste y creo que fue asombroso. Fue tan sólo una locura, sí, lo fué pero hiciste al fin algo. Por primera vez no fuiste la dama de honor perfecta.
- Ya basta. Mirá, no haré esto contigo de nuevo. Ni siquiera se por qué estoy hablando contigo.
- ¿Sabes qué?, ven aquí. Escúchame, ¿quieres saber la verdadera razón por la que vine aquí? Porque sabía que era difícil para tí. Y por primera vez en mucho tiempo, quería apoyar a alguien en mi vida, sí. De acuerdo, lo hice, lo arruiné todo, lo siento. Y voy a alejarme y a desaparecer, no volverás a verme, lo prometo. Pero quiero que sepas que creo que tú mereces más de lo que tienes ahora, en serio. Creo que necesitas que alguien se encargue de tí. Te hablo con el corazón.
Kevin, he esperado toda mi vida que llegara el hombre indicado y, entonces apareciste, y, no eres como el hombre que imaginé: eres cínico, caprichoso e imposible. Pero la verdad es que, pelear contigo, es lo mejor que me ha pasado y creo que hay una buena posibilidad de que me esté enamorando de tí.
Ese día me desperté y me puse mi 28º vestido. Fui a una boda en dónde nadie me pidió que sostuviera el ramo, llenara tarjetas o sostuviera la cola mientras orinaba. Todo fue perfecto, pero no me importó porque, ahí, lo que importaba era la persona que me esperaba al final del pasillo; y me miraba de la forma que siempre esperé.