Ella espera sentada.
Pagaría por volverlo a ver. Se siente mareada, no sabe que tiene que tiene que hacer.
Él se le ríe en la cara y no es la primera vez,
se acerca la noche y la empieza a perder.
"No sufras por nada que te tenga en segundo lugar",
no quedan palabras que hieran todavía más.
Llora si querés, sólo si queres, pero cuando pares no olvides saber que sabes que se te ríe en la cara y no es la primera vez.